Cerrando etapas

Hace ocho meses empecé una etapa bastante importante en mi vida. La verdad que la vida universitaria me llamaba mucho la atención pero, para ser franca, también me daba algo de miedo. Miedo de no gustarme, miedo de mis compañeros, miedo de suspender, miedo a quedarme sola... Pero la verdad, ocho meses después puedo decir que este año me ha encantado. Agradezco a mis compañeras haberme dado grandes momentos y haberme quitado esos miedos primerizos. Yo me metí en esta carrera por pura vocación pero tengo que admitir que este primer año me ha hecho ver de verdad que ahora no quiero ser otra cosa que profesora y que lo que más quiero es ejercer la profesión más bonita del mundo.
Me sentí con fuerzas de seguir abriendo etapas en mi vida y hace dos meses emepecé el curso de ocio y tiempo libre. Como en la uni, también fui sola, pero esta vez sin miedos. Sabía que iba a ser una temporada muy buena en mi vida, lo que no sabía es que iba a ser tan bonita. Después de dos meses y con mucha tristeza y alegria a la vez, he tenido que cerrar esta etapa. Puede sonar contradictorio pero por una parte me alegro de acabar y de haber vivido esta experiencia y por otra se me va a hacer muy raro no volver a ver a mis compañeros todos los fines de semana.
No solo he cerrado este periodo de mi vida, sino que dentro de poco acaba mi primer año de universidad. Mis miedos vuelven a aflorar. Sé que este año no se va a volver a repetir pero haré lo posible para que sea tan genial como este.

Belén Navares Romojaro